martes, 18 de octubre de 2016
Caso Roswell
El caso Roswell, también llamado incidente OVNI de Roswell,
del inglés (Roswell UFO incident), se refiere al presunto choque de una nave
extraterrestre en Roswell (Nuevo México), en los Estados Unidos, el 10 de julio
de 1947. El suceso se considera como el nacimiento de la ufología moderna y ha
dado lugar a numerosos debates, teorías y especulaciones sobre la existencia de
vida extraterrestre que otros muchos consideran totalmente infundados,
aceptando la versión oficial que hace mención al choque de un globo
meteorológico en un contexto de gran secretismo como el de la Guerra Fría.
BÚSQUEDA DE VIDA EXTRATERRESTRE
En infinidad de ocasiones los hombres de todas las épocas se
han preguntado sobre la posibilidad de que exista vida más allá de nuestro
planeta, y nunca han encontrado una respuesta exacta a esta pregunta.
Durante siglos, la única información que el hombre podía
tener del espacio exterior provenía del análisis de los meteoritos que proceden
de la desintegración de cometas o de los pequeños asteroides situados entre las
órbitas de Marte y Júpiter o los restos desprendidos del planeta Marte al colisionar
un cuerpo sobre la superficie de éste.
Desde que se formó la Tierra - hace más de 4.000 millones de
años atrás -, miles de meteoritos han alcanzado su superficie y muchos de ellos
han sido estudiados con mayor o menor detenimiento por los científicos, quienes
descubrieron entre ellos un tipo particular de meteorito: los denominados
"condritos carbonosos" que están formados por pequeñas esferas de
silicatos acompañadas de carbono, base de la composición de todos los seres
vivos, ya sean animales o vegetales, que habitan nuestro planeta Tierra.
Entre tantos meteoritos, se han encontrado algunos provenientes
de Marte, que al analizarlos, los científicos descubrieron microscópicos
elementos muy parecidos a bacterias, y que son objeto de estudio.
martes, 11 de octubre de 2016
Astrobiología. Sobre el origen y evolución de la vida.
El que se acerca a la Astrobiología desde cualquier otro
ámbito del conocimiento, suele quedar primero atrapado por el indudable encanto
de la propia palabra que acuñó para denominar esta nueva ciencia.
La Astrobiología vincula la emergencia y evolución de la
vida al desarrollo en el tiempo del universo. En este paradigma, la vida no
sería un fenómeno contingente, sino necesario.
La Astrobiología es intrínsecamente transdisciplinar; nos
muestra de manera patente que, más allá de la inevitable especialización, el
conocimiento es unitario.
Se habla de moléculas y estrellas; células y hábitats
extremos; evolución y exploración espacial. Y entre todo ello, sobrevolándolo,
las preguntas esenciales que los seres humanos no han dejado de hacerse desde
que necesitaron dar nombre a lo que les rodeaba, y lo llamaron ástron, bíos y
lógos.
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